jueves, 26 de diciembre de 2019

El ministerio de lo imposible



Después de un tiempo de silencio en el blog, por motivos personales, vuelvo a escribir y aprovecho a presentarles un par de personajes que puede que vuelvan a ver: El Ministro y JF


El ministerio de lo imposible

Juan Fernández llega a la recepción del antiguo y vasto edificio gótico, y pregunta:
— ¿Ya llegó Juan Fernández? Tengo una reunión con él esta mañana.
El recepcionista escaneó rápida y eficientemente la identificación que el otro le ofrece sin una palabra, consultó en su computadora y le señaló un pasillo:
— El señor Fernández ya llegó y lo espera en la sala 4, por ese pasillo, a la derecha.
Cuando el otro gira hacia el pasillo, Juan Fernández el recepcionista lo mira alejarse como quien se ve en un espejo. La expresión no auguraba nada bueno.
Con pura rutina ingresó unos datos en su computadora y se acercó a la impresora a buscar el par de diferentes pasaportes recién impresos.
El trabajar para una organización secreta que usaba los mismos nombres para confundir, era confuso.

Juan Fernández ingresó a la sala 4 con paso decidido y se encaró con el ocupante que lo esperaba cómodamente sentado —y solo— detrás de una mesa de reuniones para veinte personas.
— Señor ministro, la iniciativa no resultó. Fallamos.
— Sientesé JF, yo soy el que decide quien falla y quién no. ¿Trajo un resumen de los cambios?
— En esta carpeta está detallado el resumen que le envié esta mañana y por el cual usted me citó. El ataque se produjo.
— Si, imposible no saberlo, se enteró todo el planeta. Según sus informes una empresa gastronómica fue la que quiso hacer pie en Francia pese a la reticencia del país a sus productos y a permitirle abrir sucursales en el país. En cualquier caso lo de quemar NotreDamme me parece excesivo. Entiendo que  la maniobra se completó interfiriendo la contención del incendio para generar una crisis política que requiriera al acción directa del presidente, cuando el presidente francés tenía un viaje planeado en ese mismo momento, lo que lo dejó dudando entre actuar o no actuar, entre quedarse o cumplir su compromiso internacional; y con esa actitud dubitativa su imagen decayó varios puntos y fue tildado en todos los medios de pusilánime  lo que acercó al candidato francés que es pagado por la empresa a ser elegido en las próximas elecciones. Una maniobra táctica pero absolutamente excesiva. Y no necesariamente efectivo. Leí su informe. Me gustaría conocer su opinión personal JF.
— Muy poco que agregar en este caso, señor Ministro. La empresa multinacional está usando tácticas de simulación y terrorismo así que entra en nuestra órbita, si usted lo autoriza los vamos a tratar como una nación hostil.
— Por descontado, emplee la fuerza necesaria contra ellos. Una multinacional de ese calibre ES de hecho, en cuanto a poder, economía y contactos lo mismo que un gobierno. Con la ventaja de la ubicuidad, a un país se lo puede bombardear si fueran esos nuestros métodos, con una multinacional nos crearía un conflicto diplomático con los países atacados. ¿Algo que no esté expresado en el texto? Noté en su redacción un estilo muy oficioso y no es su forma de escribirlos.
— Debería preocuparme ser tan transparente, entiendo que se haya dado cuenta porque usted me entrenó. No tengo ninguna prueba, sólo comentarios sueltos, algo en la forma del plan, la propia combinación ignífuga... Pero parece obra de alguien nuestro, o un ex agente de nuestra propia organización.
— Lo voy a tener en consideración. Esté atento, no le digo que investigue. voy a poner una fuerza independiente a buscar datos sin indicar esta posibilidad a ver que resulta. Pero no está contestando mi pregunta ¿le parece una acción útil para el objetivo? Tómelo como una evaluación.
— Si se trata de una evaluación, y conociendo mi informe y su opinión personal, entiendo que me pregunta por una alternativa: ¿no podría mejor  haber generado un conflicto internacional con un asesinato en la embajada, o mejor, con un secuestro para evitar muertes? No es que esté en contra de tomar decisiones drásticas pero no creo que fuera necesario en este caso. Un secuestro es algo que suele funcionar, mejor sí fuera de un funcionario o familiar de un funcionario extranjero, el presidente es muy permeable a decisiones extranjeras.
— Eso es aceptable. Me gusta su forma de pensar, mejor resultado al menor costo, ya sabe. Y nunca con pérdidas inocentes, aunque se pueda adoptar la doctrina del mal menor en casos extremos.  Aún para un neófito en el oficio fue un poco demasiado espectacular para mi gusto, pero ya veremos las consecuencias —El ministro Juan Fernández miró al recién llegado JF con expresión curiosa, o para ser más exactos, inquisitiva— Pero no me viene a hablar tampoco de eso. El reporte fue un subterfugio para esta reunión y usted lo sabe. Por eso el cambio de escritura, esperaba que me diera cuenta. Le escucho.
— Si, es verdad ¿Cómo lo supo? (El ministro hace un gesto divertido con la boca que en otra persona podría haber pasado por una media sonrisa). Claro, el tema es interno, es la abogada. Pero es un tema que aún entre nosotros... especialmente entre nosotros no podía ponerlo en papel.
— Usted se refiere  a la abogada que hace unos 5 años era pareja de nuestro presidente, al que dejó y se fue con un ex marine americano para poner un puesto de venta de panchos... ahórrese los detalles de esa lamentable historia porque los tengo demasiado presentes. ¿Cuál es el problema ahora?
— Ella misma. La abogada lo dejó al marine después de este la estafara en el bar restaurante, justo cuando estaba intentando estafarlo ella para quedarse con el negocio, y se separaron. Pero para ese momento ella ya no tenía intimidad con él y había contado todo lo que sabía del presidente, por lo que había perdido utilidad para quien cómo bien sabemos, era un espía de EEUU. Reconozco a su encanto que pese a todo y siendo ella sólo una misión él dudo en dejarla.
El punto es que ella ahora quiere regresar con el presidente. Le escribió hace unos momentos al whatsapp —baja la vista a su propio teléfono—, él todavía no leyó el mensaje.
— Imposible, no hay que permitirlo. El presidente cuando está con ella se transforma, gana en seguridad y en empuje. Además ella es en extremo atractiva para la cámara de cualquier papparazzi, sí regresa con ella el presidente ganaría otra reelección sin dudas. Tiene mi autorización a borrar el mensaje inmediatamente —JF se concentra en su teléfono y segundos después levanta la mirada— Listo.
— JF, estoy algo decepcionado con usted. Perdió tiempo, usted es nuestro experto en el tema y debería haber actuado inmediatamente aún sin mi autorización y sin consultarme. Pero por supuesto recuerdo que usted estuvo comprometido previamente con ella así que entiendo que es personal y teme perder la objetividad. Si es lo que me quiere preguntar, la hice investigar hace poco y aún no es una doble agente.
Juan Fernández miró la cara del otro de alivio del otro, hizo un gesto de silencio mínimo, se recostó en el amplio sillón de cuero, pulsó una tecla de su comunicador y pidió un té a recepción. Pulsó un botón bajo el escritorio que insonorizó la habitación aún para la propia organización.
— Ok, lo escucho.
— Usted sabe que ella no es una doble agente.
— Por supuesto, la filtración desde siempre fue el presidente, es un traidor pagado por servicios terroristas. Llego a la política, fue captado por ellos y opera desde hace años a su servicio. El problema es que ahora tiene el cargo de presidente, eso nos complica las cosas.
— Pero sabemos que los terroristas reciben información de nuestras operaciones comerciales internacionales, no puede ser a través del presidente. Tampoco de mí, y lo sabe sino no estaría conversando esto tan abiertamente conmigo, ni tampoco puede ser una filtración de ella. Hace mucho que el presidente no la ve. Cuando la asignamos como su guardaespaldas personal, cuando me dejó, cuando estaban juntos, acepto que pudo ocurrir. Pero ahora ya no se encuentran. Yo lo se.
— No lo tome tan a la tremenda JF, sé que la sigue y también que los investigó, no es pecado en esta situación. Incluso como ve nos resulta útil ahora, como dice el dicho las piezas caen en su lugar en su debido...
Juan Fernández de recepción, golpeó e inmediatamente ingresó sin esperar la respuesta.
— Su té señor ministro.
— Gracias —El ministro tomó el té lentamente, mientras su mano palpaba levemente el fondo de la taza. Ese movimiento y el posterior fueron imperceptibles. Llamo:
— ¿Juan? —el recepcionista apenas alcanzó a darse vuelta antes de caer abatido por el disparo, en su mano ya relucía un cromado  que no era el de la bandeja. Juan Fernández saltó alejándose del escritorio apenas una décima de segundo más tarde, desenfundando también su arma. Se miraron.
— ¿El recepcionista? ¿Desde cuándo...?
— Cómo usted dijo, existía una filtración en nuestras operaciones, no es algo infrecuente. Estuve cotejando la información que advertíamos que se sabía de nosotros y fui dejando escuchar información falsa en distintos sospechosos, un procedimiento tan básico que fue desestimado. Una de las de esta misma mañana fue un comentario casual al pasar por recepción sobre un atentado a puñaladas en el Iguazú Hotel, en Misiones a un turista inglés. Comenté que el asesino fue uno de los nuestros y que la víctima era un destacado espía de incógnito cuya valija con información secreta sobre los atentados de Londres con nuestro hombre a Ezeiza y luego abordará un vuelo directo a Reino unido en 3 horas para salvaguardar los secretos.
— ¿Entonces fuimos nosotros los de Iguazú?
— ¡Por favor JF! ese fue un ladrón común. Nosotros no haríamos algo así, ni mucho menos tan chapucero. Aprovechamos la inseguridad nada más. Y picaron: Cuando usted entraba apareció el mensaje en mi teléfono que se estaban imprimiendo dos pasaportes falsos, uno de Reino unido y otro de Afganistán;  y se generó el pedido de una reserva más en el vuelo a Londres que se suponía debía abordar nuestro agente. Interesante este último paso, es probable que pensara en escaparse con la documentación en el mismo vuelo luego de robar y/o matar a nuestro espía en el propio aeropuerto. Reconozco que no lo hubiera buscado en el mismo vuelo en principio, ya tenía preparado un cerco para acordonar el aeropuerto por las dudas, pero no para ese avión. Arriesgado por el tiempo inactivo en vuelo, pero creativo.
— Claramente estaba para ser más que recepcionista.
— Si, y lo era: Un espía infiltrado en nuestra organización en un puesto clave. Aún sabiendo que su servicio estaba comprometido puso un micrófono bajo mi taza de té —Mostrandolo, el Ministro lo destrozó contra la mesa de un culatazo—. Creativo e inteligente, tenía preparada el arma por sí se encontraba a solas conmigo. El hecho que fuéramos dos lo disuadió de actuar.
— ¿Sabía entonces que lo habíamos descubierto?
— Debió sospecharlo, fue un error mío: a esta hora siempre pido café.
— Pidió el té para atraerlo, una mentira adentro de otra mentira.
— Como siempre en nuestro caso. Bueno JF, vaya a encargarse del presidente. Cree un proyecto para incapacitarlo de seguir operando sea por vía legal o... bueno, usted verá lo que sea necesario. Y de paso lleve como refuerzo a González como abogada, a ver sí sigue interesada en sus ex. El tiempo fuera de servicio es de cada uno. Disimule la sonrisa, era evidente que esperaba esta asignación.
— ¿Señor?...
— Me extraña Fernández. Confío en usted. Es el lema de este Ministerio: Para la mentira y el disimulo, no existen imposibles.






martes, 29 de octubre de 2019

Feliz Halloween: Iglesia de San Bernardino alle Ossa




Iglesia de San Bernardino alle Ossa
Para festejar Halloween, este lugar lo visité en mi último viaje. La iglesia se encuentra medio escondida en una callejuela que hace esquina con la piazza Santo Stefano: si apenas al entrar a San Bernardino alle Ossa se tuerce a la derecha, se accede a una siniestra capilla diferente a todas debido a la macabra decoración hecha con huesos humanos.
Un poco de historia: En ese lugar se construyó en 1127 el Hospital de San Barnaba in Brolo destinado a la cura de leprosos y un cementerio. En 1210 se edificó un osario. Junto al osario en 1269 se construyó la primera iglesia de San Bernardino alle Ossa, conocida entonces como San Bernardino ai Morti. Después de varias demoliciones e incendios, y siendo cada vez más
famosa se restauró por última vez en 1695. En el techo, la obra de Sebastiano Ricci representa "El triunfo de las almas en un vuelo de ángeles", y a los pies de la imagen central se encuentran San Bernardino de Siena, Santa María, San Ambrosio de Milán, y San Sebastián.
Apenas entrar nos reciben calaveras dispuestas en cruz apiladas entre pilas de huesos que están apenas separados por rejillas negras para evitar que se caigan, pero no para evitar el contacto. Por eso están pulidas por cientos de manos que se arriesgan al contacto seductor de la Muerte.
En columnas, y rodeando el altar cientos de fémures y calaveras diseñan extraños dibujos o acaso símbolos ignorados de la hermandad de las Disciplinas, que fue quien creó esta extraña forma de culto a la muerte.
Se dice que los cráneos que enmarcan la puerta correspondieron a condenados a muerte. También que puede haber restos de los cristianos quemados por herejes en épocas de San Ambrosio.
Y cuenta la leyenda, que si se mira con cuidado acaso se pueda vislumbrar el cuerpo semimomificado de una chiquilla escondido cerca del altar que, según dicen quienes se acercaron atraídos por los extraños ruidos cierto 2 de noviembre —en la noche de los muertos— salió de su tumba y junto con otros esqueletos bailó frente a todos su danza macabra.









martes, 22 de octubre de 2019

El gato guardián de chapa del Corso Monforte



En el número 43 de Corso Monforte, a escasos metros del edificio de la Prefectura en la ciudad de Milán, hay un curioso gato de chapa que se esconde asomado desde la ventilación de un sótano o tal vez un depósito, a ras de suelo.
Cuenta la leyenda que en ese edificio de comienzos del 1900 había nacido y vivía un gato de poca edad, negro y muy pequeño que se asomaba curioso a la hoy tan transitada vereda del Corso Monforte. Al momento de esta historia si bien muy concurrida por peatones, todavía era recorrida por pocos vehículos.
El gatito, juguetón como la cría de cualquier animal o persona, acechaba desde el hueco y cuando podía estiraba la patita intentando cazar los zapatos o faldas que pasaban frente a él, y luego retrocedía rápido a la seguridad de su fortaleza. Quienes intentaban descubrirlo y se agachaban frente al agujero de la ventilación sólo encontraban oscuridad, hasta que dos ojos como faros verdes se encendían y estudiaban a los invasores, y una pequeña zarpa de diminutas uñas buscaba atrapar a los osados.
Pero un día casi al crepúsculo el ‘gattino’ alargó su hocico sobresaltado por el hueco. Un olor extraño y nauseabundo lo había puesto en alerta y se asomó de inmediato. Sus felinos ojos verdes recorrieron la calle mientras permanecía semiescondido, y a pocos pasos descubrió la fuente de su desasosiego. Es sabido que los gatos comparten parte de su alma entre los reinos de los mortales y los infernales; y por eso no le fue difícil reconocer al propio Diablo vestido con una negra levita caminando hacia una niña que, acompañando a su madre, había retrasado sus pasos detrás de ella por quedar mirando una piedra brillante al borde mismo de la estrecha vereda. Un auto aceleraba por la calle, y al gato no le quedaron dudas de las intenciones del demonio: Iba a empujar a la niña fuera de la vereda, como si fuera un accidente. 
Saltó de su refugio y cuando el Diablo estaba por alcanzar a la bambina, saltó sobre su pierna izquierda clavándole con fuerza las uñas. El Diablo gritó y se distrajo, el grito atrajo la atención de la madre que corrió adonde estaba la niña  y el gato emprendió una veloz retirada a la seguridad de su cueva pero no logró llegar: El demonio, al ver frustrados sus planes clavó su mirada mortal en él, justo cuando el felino daba vuelta la cabeza para espiar el resultado de su acción. La curiosidad mató al gato al quedar preso de los ojos malignos.
Pero habiendo sido un recurso del Bien en lugar de caer muerto al instante se convirtió metal, forjado como un arma; y desde entonces está siempre vigilante, atento y de guardia para proteger a cuantos pasan por esa vereda, frente al 43 del Corso Monforte.








lunes, 16 de septiembre de 2019

Poema XXVI - VI - MMXI (un hincha de RiBer)




Poema  XXVI - VI - MMXI (un hincha de RiBer)


Puedo escribir los versos más tristes esta noche

Escribir por ejemplo: he mirado a la hinchada,
tirita de frío muda, por la platea baja.

El viento de la noche nos trae el humo y llamas.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo quise a la pelota, y a veces, ella también me quiso.

En noches como ésta el club lograba hazañas,
ganaba campeonatos, el gozo era infinito.

Aunque una tarde triste, en que de la A nos fuimos,
el mundo puso en mí sus grandes ojos fijos.

En la mañana era grande, tras la promo era chico
Categoría no tengo. Ya sé que la he perdido.

Oír la hinchada ausente, ese silencio atroz.
Y el ex club que desciende como lo hace un club chico.

Qué importa que mi equipo hoy gané alguna copa
soy de la B por siempre, no hay revancha conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Una hinchada disfruta de no ser descendido.

Como para acercarla mi mirada la busca,
y los cargo, pero sé, yo sé que no hay motivo.

Los árbitros nos salvan, el VAR que nos ayuda.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Volví una tarde, es cierto. Pero fue regalado.
Penales obsequiados. Ascenso inmerecido.

Ahora. Una mancha. Imborrable,
la mancha del descenso, de ser un descendido.

Doy vergüenza, es cierto, ¡pero maíz no tiro!
Es tan corto el amor, e imposible el olvido.

Porque en noches como ésta a mi viejo en la tribuna,
el alma se le muere por haber descendido.

Porque  haber abandonado la categoría duele,
y eso no se compensa con ganar un partido.




(con la entrañable ayuda en la inspiración, de don Pablo Neruda)


viernes, 13 de septiembre de 2019

Juegos de palabras, juegos de emociones



La amistad no necesita frecuencia. El amor sí. Pero la amistad, y sobre todo la amistad de hermanos, no. Puede prescindir de la frecuencia o de la frecuentación. En cambio el amor, no. El amor está lleno de ansiedades, de dudas. Un día de ausencia puede ser terrible.
Jorge Luis Borges


Coincido con la cita de Borges, en parte. Pero me parece que aún él, que entendía el castellano como pocos, no termina de explicar la diferencia. Y sin dudas no soy quien para mejorarlo, por lo tanto no me queda más que hacer un poco de historia, para encontrar un concepto más completo.

Aunque cada vez se estudian menos las llamadas 'lenguas muertas' como el latín y el griego en favor del más práctico inglés, estas lenguas fueron fuertes influencias en el nacimiento del idioma castellano  y a veces permiten explicar o expresar mejor algunas ideas para las que a veces... nos faltan las palabras.
Y qué mejor que intentar explicar las emociones para encontrarnos sin palabras, siendo que no se expresan con la mente.

Como introducción tardía, del griego antiguo derivan palabras como teatro o  comedia, apuntadas a la emociones; junto con palabras mas 'duras' orientadas a temas mas tangibles, aunque lo parezcan menos como biología, química o aritmética.

El griego antiguo como toda construcción del lenguaje,  se adaptó a sus costumbres, su religiosidad —hoy sería mitología—, y a su propio uso. Con tantos años, con tanto tiempo, logró generar conceptos con una especificidad que hoy se nos escapa.
Y por eso resulta aún mas sorprendente en el idioma Castellano que siendo tan romántico, haya perdido una forma de diferenciación griega tan particular y específica para las diferentes forma de amor. 
Hoy usamos la palabra Amor de forma indistinta, pero para los griegos en la antigüedad el amor se dividía en tres formas de sentir diferenciadas en su propia expresión, siendo estos Philos, Eros, y Agápe

Entendían por Philos el amor entre amigos, un amor de familia, de parentesco o de amigos que se hacen tan íntimos como parientes. Es un amor no sexual, un amor de prestar atención al otro, aceptar su personalidad, y admirar su intelecto. Es un amor de sociedad, que lleva a compartir todo naturalmente. Es el primer amor que se conoce.

El amor de pareja era Eros, un amor dulce y violento, un amor que explota y explora al otro. Un amor con cielo e infierno en el que hay un fuerte deseo físico, sexual, sensual. Un amor que seduce y atrapa, incandescente como la llama de una vela... e igual de finito. Un amor que arde violentamente y se apaga si no se renueva. Un amor con tanta luz que ciega. Es un amor que no dura si no se renueva. 

Pero la verdadera realización en el amor se llamaba Agápe, un amor que nutre. Es el amor desinteresado y altruista que no busca placer para sí mismo sino en el deleite de dar, de hacer feliz al otro. Agápe es atento con el otro, compasivo y amable. Es el amor que cuida, el que busca el bien del ser amado. Agápe es el amor más fuerte ya que no busca nada a cambio, se entrega completamente y sin miedos. Es un amor que de felicidad sin egoísmo, sin envidia, sin enojos, un amor que perdona. No necesita la presencia física para existir, es el amor en su estado puro.
Y sí, a veces lleva a idealizar. Tanto que para que este amor exista ni siquiera necesita ser correspondido, el sólo poder sentirlo da felicidad.

¡Qué maravilla sí dos personas se correspondieran en combinar las tres clases de amor!
Ese amor, sería eterno.




miércoles, 14 de agosto de 2019

No es una historia


No voy a temer
No puedo vacilar
No es tiempo de extrañarte mientras te recuerdo
No es tiempo de soluciones que no existen
No es posible caminar caminos vacíos
No se dan oportunidades a los desesperados
No más pena
No más tiempo
No siento el frío en el metal
No hay mejor apoyo que la rugosidad de la culata
No más destino
No más sonrisas falsas
No más lágrimas, no más odio
No, no grites.
No



martes, 13 de agosto de 2019

Elecciones




En esta semana tan politizada después de las Paso (primarias), con la explosión de la economía por la desmesurada subida del dolar y entre la catarata de memes que recibimos todos en todos los grupos, me llegó este.
Es una pésima analogía, lo puse visible y  me criticaron bastante los Estados de whatsapp últimamente y me dicen por qué yo reacciono de forma tan virulenta si en realidad no soy así en esencia. 

Así que hoy en hago el descargo tal como lo hice en las redes, y como excepción en años de este blog deslizo una opinión política.

En principio (o en esencia como me dijeron) yo soy centro socialista, nacionalista y moderado. 

El tema es que el momento actual parece indicar que de todos los sistemas 'socialistas populistas', la única forma de salir para cambiar y avanzar fue una respuesta de derecha que emparejara las cosas y dejara de ser un gobierno para pobres en el que se exprime a la clase media; a ser un gobierno que favorece a los ricos (cabe la reflexión: ¿Alguno no lo es?) exprimiendo menos a la clase media y haciendo trabajar laburar a la clase baja (o sea, les dan dignidad, no los esconden en planes). Los casos por ejemplo son Francia, EEUU, Brasil, Italia, Chile... en poco tiempo España. Hay que ir a un extremo del espectro para restablecer el equilibrio, como en un subeybaja. Después es posible volver a pararte en el centro.
Si se busca una respuesta tibia, se obtienen fracasos: Bolivia no logra sacarse a Evo en más de 15 años, y la gente vive tan mal... ¡que se viene a Argentina! Ídem Venezuela, son políticas fracasadas por  exprimir tanto a la clase que trabaja (...gracias a que ganan partidos de 'los trabajadores') que la hacen desaparecer, y cuando nadie trabaja no hay dinero para mantener la economía. Se produce una deflación y el gobierno no le queda más que caer en la dictadura (como cuando estuvo a punto de producirse hace unos años en Argentina con el 'Cristina eterna').

Por eso no puedo votar un partido que me represente: primero porque no hay un partido así (quizás un Macri sea el más cercano al centro, y eso habla mal de todos los otros), segundo porque hoy no podes dar una respuesta 'ni', una respuesta tibia. Tenés que imponer (y no es casual la elección de la palabra) una respuesta firme para corregir el rumbo. Y segundo, no puedo votar un partido que me represente porque  tampoco se vota un partido, ni hay estructuras. Hoy se vota por la cara del candidato y por  demagogia personalista: ¿Frente de todos? ¿Alguien lo llama así? no, kirchnerista,  cristinistas, albertistas, massistas; ¿Juntos para el cambio? macristas, vidalistas. Se vota a la figura, al caudillo, volvimos a 1820. Atrasamos 200 años ó, para validar el meme, atrasamos 2000 años, seguimos eligiendo a los ladrones en lugar de a los que quieren cambiar las cosas. 


lunes, 15 de julio de 2019

Aplicación de fotos



— Qué buena esta aplicación para el teléfono, le enviás tu foto actual y la convierte como si fueras viejo. 
— Sí, yo la probé, queda muy natural. Además te cambia el fondo, la postura, todo. Es muy realista. Supongo que es por eso que tarda 24 horas en devolverte el resultado.
— A mí lo que me extrañó es que cambia todo el paisaje alrededor. Y me sorprendió que pidiera el número de documento de identidad. 
— Me sorprendió ese detalle también, pero nada, lo ingresé y  estuve usándola, el número debe ser para calcular tu edad actual para mejorar ajuste de los cambios. 
— Si, vaya uno a saber que logaritmo usan para cambiar las fotos de forma tan natural. Incluso el otro día le envié una foto casi de perfil ¡y me devolvió una de frente! Juan, ¿vos la probaste?
— A mí no me funcionó, no se sí pudo ser algo del programa, pero me indicó que era imposible generar la foto de anciano.
— Ahora que lo decís, vi en varias de las reseñas de usuarios que en esa aplicación les pasó lo mismo. ¿Será el teléfono?¿Tenés android actualizado?
— Si, acordate que compramos el mismo teléfono celular los cuatro cuando vos lo recomendaste, el mío está actualizado a la última versión del sistema, no me explico por qué la aplicación no anda. La empresa o el desarrollador no contesta los comentarios en las reseñas.
— Es una beta, tiene pocas descargas todavía, imagino que usan la publicidad para financiar la versión mejorada. Por eso entiendo que no la descarguen tanto.

El ingeniero miró en su casilla de correo los archivos de la aplicación: Hoy tenía 73 personas a las cuales sacarles una foto. Entró en su máquina del tiempo y le cambió la fecha al mismo día dentro de 20 años. Si las personas aún estaban vivas, con el número de teléfono y el documento de identidad era fácil obtener una foto. No siempre podía completar todos los pedidos pero no le importaba. El dinero de la publicidad estaba pagando las mejoras necesarias para lograr viajar al pasado. Tenía cuentas pendientes que saldar.



viernes, 14 de junio de 2019

Militante



— Femicidio es poco, la mina tenía agujeritos en todo el cuerpo, parecía una traviata —declaró a la policía el chico del reparto que había encontrado el cuerpo de la joven mujer. La inspectora Ramos al tiempo que miraba el vídeo corrigió de forma automática la palabra 'feminicidio' en su cabeza, mientras untaba con queso cremoso una galletita traviata.
Aldana Unzue era una chica común, autodefinida como militante feminista, con 18 años apenas había terminado la secundaria y con su convicción se sentía dueña del mundo. Con su pañuelo verde atado en la muñeca y otro en la mochila participaba de las frecuentes manifestaciones e incluso convocaba y coordinaba estas desde su facebook. Teléfono con aplicaciones de edición lleno de selfies, un aceptable desempeño escolar, buena familia y ahora un cadáver frió y desangrado. Después de los disparos su chico del momento había filmado como la ultrajaba aún con vida, como la remataba estrangulándola con su propio pañuelo verde y como luego profanaba el cadáver con múltiples puntazos con un cuchillo de cocina común, de los de sierrita. Dejó el cuerpo sobre la misma cama manchada de sangre, y tiró una memoria USB conteniendo el video sobre la almohada para que lo encontraran. Luego había escapado, no aparecía en las cámaras de la entrada pero en el amarradero del country entraban y salían todo tipo de embarcaciones a toda hora, Leopoldo Peralta podía estar en cualquier lugar del río, de orilla a orilla.
Desde el comienzo de los movimientos feministas hacía cuatro años ya, los asesinatos —ahora recalificados feminicidios— se sucedían con más frecuencia y mayor violencia.
Alcanzaban las primeras planas hasta que la próxima víctima les quitaba espacio de prensa. En este caso, la inspectora Ramos no tenía dudas de quien del departamento lo había filtrado a la prensa, por un buen precio. No pensaba hacer nada al respecto, no afectaba la investigación porque claramente Peralta se hacía responsable del hecho. Una persona entre muchas, que participaba en las marchas y se hacía amigo de las que se manifestaban, que mostraba su mejor cara y luego las asesinaba a sangre fría. Este mes ya eran cinco. Un contramovimiento que cuestionaba el despertar de los nuevos tiempos, o al menos la forma en que se mostraban estos tiempos. Cinco en un mes, cinco asesinos diferentes sin encontrar, mismo modus operandi. 
Un mismo mensaje de violencia e impunidad. Era imperativo descubrirlos y detenerlos. 
Estaba anocheciendo, el caso tendría que esperar al día siguiente. Llamó a su hija al celular, no contestaba. Un mensaje en su whatsapp: Hoy iba a la marcha.


viernes, 7 de junio de 2019

Tiempos




Eran tiempos de luz, de renacimiento. 
Tiempos de magia y de conquista. Fue cuando la encontré, una sonrisa de estrellas, unos ojos profundamente obscuros, unos besos de fuego.
Y me arrastró con ella a su oscuridad.



martes, 4 de junio de 2019

Per aspera




Cerrás los ojos y no ves, la luz no está.
Y al abrirlos en vez de brillar se oculta, se apaga
Hay días de pérdida, de tristeza, de oscuridad. Momentos escasos de luz, de risa.
En el cielo nublado no se alcanza a ver las estrellas, no hay una guía.
El camino desaparece, no hay un destino, la ruta se hace gris y amarga.
Un faro que guíe mi destino, que la voluntad no falle.
El mar son nubes reflejadas que ocultan olas y brillo de estrellas, estelas cubiertas de espuma que esconden anhelos y esperanzas, la fuerza de avanzar se agota.
Las piedras en el camino son montañas, un abismo sin fondo ni salida, las ganas perecen entre lágrimas. Caemos de rodillas, en un desierto vacío de sonrisas.
Y nos ponemos de pie.
Miramos adelante, de frente a la nada.
Y volvemos a ponernos en marcha.


viernes, 24 de mayo de 2019

Bruma




Era un tiempo de disfrutar cada momento de libertad, sin saber que no tomar decisiones es la mayor libertad que se puede permitir alguna gente.
Fue durante el servicio militar en que estuve destacado en la Escuela Naval, situada en una isla perdida en medio del rio, lugar ignoto entre Berisso y La Plata que limitaba de orilla a orilla con los astilleros de Rio Santiago. Isla rodeada de agua, aburrimiento, oficiales y mosquitos.
Y de órdenes ladradas educadamente por perros de pocas pulgas.
Tengo la imagen de ese amanecer sin recordar sí era otoño, invierno o verano. Sé que era promediando el tiempo de servicio, así que digamos en pro del relato que era principios de primavera. El amanecer me sorprendió plenamente atento, agazapado en la cima de la colina que formaba la pared trasera del polígono de tiro.
Lugar práctico para apostarse al crepúsculo para evitar los sorpresivos y simulados  ataques a los puestos de vigilancia que la guardia de respuesta inmediata hacía una noche sí, y otra también, para detectar a los que nos quedábamos dormidos en el puesto. Caso que se castigaba sin contemplación ni extrema dureza, dando por hecho que a cualquiera le pasaba. El trabajo propio de la guardia de la noche. Sin malintención, sólo su trabajo, incluso yo mismo formé parte de la respuesta inmediata unos meses después.
Pero no esa noche, en que había dormido unas pocas horas tras el rancho de la cena  y me habían despertado carrera mar para el turno que me correspondía de 4 a 8 a.m. Turnos de 4 horas, dos veces al día, dos días por rotación, y nuevo cambio de horario. Si había suerte, con franco entre rotaciones.
Esa noche, o ya digamos prontos al amanecer dado que me demoré en llegar a este punto, estaba atento escuchando desde mi puesto los ruidos nocturnos y viendo como el propio cielo demasiado lleno de estrellas en ese lugar alejado de mayor civilización daba una claridad demasiado fría y dura para quedarse al descampado adonde pudieran verme; sobre todo habiendo gastado el recurso de ocultarme en un bosquecito cercano la semana anterior, por lo cual buscaba un punto de vigilancia desde el que no pudiera ser yo mismo fácilmente descubierto. ¿Infantil? ¡por supuesto!, eramos jóvenes de 19 años de los de antes, algunos demasiado hombres, otros demasiado niños; algunos de ilusiones rotas desde su nacimiento y  muchos sin noción todavía de la vida que se nos iba a venir encima llevándose los sueños que en ese momento parecían tan cercanos y reales.
Así que el amanecer me descubrió trepado a la cima de la colina artificial, en el punto más alto del lugar, el más ventajoso para ver en cualquier dirección, y el más sencillamente divisable. Aunque tirado cuerpo a tierra, con la capa impermeable separándome del rocío del piso, vestido de camuflado y con unos pastos y unas piedras aliados, la cosa cambiaba rápidamente a mi favor.
Pronto todas esas consideraciones iban a ser borrada de un plumazo —aunque nunca vi una pluma que borrara— y el escenario iba a cambiar oponiendo una nueva realidad.
Salía el sol, el frío de la noche se alejaba entre brumas que se formaron de pronto y sin aviso bajo mis ojos, un mar de nubes que se arrastraron aferrándose a las paredes del polígono, treparon la base de la montaña, sumergieron en segundos la caseta de guardia y escondieron el bosque en un manto blanco y gris previo al amanecer que cambiaba el negro noche por la sugerencia de colores que todavía no existían, un instante de creación y de preguntas.
De frente al Este, de cara adonde antes hubo un bosque y ahora no había nada. Nada más que bruma y esa sensación de ausencia que guiaba mis pensamientos a unos ojos en ese tiempo tan cercanos en sentimiento y lejanos en distancia.
Y el rayo de sol, el amanecer en su expresión más pura surgiendo en color antes que en luz, iluminando en los primeros albores rosas desde debajo de la bruma con un resplandor que deseaba convertirse en día; un color que crecía para convertirse en un incendio de rojos y oros a contraluz con las ramas negras del bosque apenas perfilado que salía a flote entre llamas y misterio cuán una flota hundida que como reflejo de lo que fue, se asoma en la superficie.
Esos momentos mágicos que quedan grabados en la memoria, en la retina y en el corazón, en que uno puede ver, entender y sentir en armonía de la mente y los sentimientos.
Un nuevo amanecer.




miércoles, 22 de mayo de 2019

Amor y café



Se vieron de refilón una mañana, ella saliendo del ascensor, él entrando. 
Ella madura, muy elegante, un look de oficina muy sexy y formal perfecto para cualquier ocasión, que encantaba a todos. Él, hombre mayor, de buena estampa, con el bolso con los materiales para cargar la máquina expendedora de la oficina. Por un momento, en la puerta del ascensor compitieron los perfumes a café y a rosas. 
El siguió su viaje hacia el siguiente piso, en el séptimo había máquina expendedora de capuchinos. Ella antes de sentarse en su escritorio, se preparó en la máquina recién cargada una taza de café.

Al día siguiente una nota adornaba la tapa superior de la máquina expendedora del sexto piso, escrita con una exquisita caligrafía Shelley Allegro de 36 puntos del Word:
Estimado encargado de la máquina de café, después de la última revisión de la máquina varios somos los que coincidimos en que el café esta saliendo muy claro, sin gusto. ¿Habrá forma de lograr hacerlo más intenso?
Se lo pediría personalmente, pero lo hago en esta nota ya que llego algo tarde, y nunca lo encuentro.
Muchas gracias..!!!
Alexandra

Posterior al día del primer encuentro fui a prepararme un cortado, y encontré un nuevo mensaje —este sin firma—, también pegado en la parte de adelante y por encima de los botones de la máquina:

El señor de la máquina de café vino hoy temprano por la mañana y me pide que informe que él no tiene problema, pero que los cafés van a ser más cortitos porque para hacerlos más intensos tiene que disminuir la cantidad de agua, ya que el filtro tiene un tamaño fijo. Pero que sí les parece bien, no hay problema. 
Y aclaró: Pruebe si le gusta, a su servicio

Los que nos quedamos hasta tarde, y frecuentamos la máquina de café, encontramos la respuesta pegada donde siempre, esta vez con una tipografía más tradicional:
Estimado señor del café:
Muchas gracias por comprender y hacer realidad mi sugerencia. Ahora cuando cierro los ojos saboreo un café mucho más razonable y créame que no importa sí es un poquito más corto, el sabor lo amerita.
Gracias por su buena onda, usted es un copado..!!!
Atentos saludos, Alexandra

Al día siguiente ella llegó más temprano que de costumbre. Él dejó el sexto piso para el final. Alexandra fue a lavar la taza a la pequeña cocina, en donde él estaba lavando el filtro de la máquina. 
Nuevamente, el perfume de rosas y café se mezclaron, compitiendo entre ellos. 
Al parecer ganaron ambos.


Y el café sale corto, pero bueno.


martes, 16 de abril de 2019

Selva umbría de sol eterno



El encuentro fue imprevisto y esperado, en un lugar de la ciudad lejos de los lugares que ambos sabían frecuentar. Hacía ya mucho habían pasado cerca de allí, de ese parque, de ese shopping, de ese rincón de la ciudad , él acompañándola a un trabajo con la excusa de tener luego un rato para tomar juntos un helado. Debió ser un verano, entonces. El día era tan caluroso que dibujaba caminos de vapor de agua en el asfalto, ríos de aguas oscuras en esa confluencia de calles que llevaban de alguna forma al mar de plata, desde un núcleo de autos y smog, ríos secos que viajaban kilómetros para conducir a una cadena de montañas y a una selva umbría, de sol eterno. 
El frío del helado contrastaba con el sol de la tarde, el calor del deseo del encuentro contrastaba con las heladas palabras, el frío en su interior al apagarse la llama de un deseo y una esperanza. Y aparecieron palabras, una tras otra, como burbujas vacía de alma que su boca antes tan adorada se encargaba de repetir en el silencio de mis oídos. Salimos a calor helado de la calle, bajo una temprana luna amarilla de sol, fría como la nieve que cayó en nuestros recuerdos.

lunes, 8 de abril de 2019

Música para un momento robado




El celular suena con un mensaje, dos, tres campanillas consecutivas. 
Un silencio en el que busca el teléfono, abandonado en el escritorio.
El inmediato llamado, el ringtone de Héroes interpretado por Fricción; la respuesta es un susurro apresurado, staccato, en el que informa que está solo. El sonido del corte del audio, più piano vibrando en la nada.
Un silencio, pasan segundos, expectantes. El rechinar de la puerta de al lado del pasillo y un golpe sordo como el parche de un tambor, al cerrarse.
El suave redoblante de pasos con taco alto por el pasillo de madera lustrada, pianissimo allegretto, gotas de lluvia nerviosas. El estridente resonar del timbre accelerando, la puerta se abre, abrazo y beso apasionado, fortissimo. 


Renacer




El viento le ocultó la nube.
Desplegó su cuerpo sobre el rocío del pasto, el bosque lejano le tapaba el contorno de los árboles, la noche amaneciendo oscurecía su mirada. La brisa llegaba blanda, verde. Estiró los músculos encogiéndose sobre sí mismo, su cuerpo se hizo pequeño hasta alcanzar la luna que acunaba a la tierra en sus brazos. La diosa le sonrió con su sonrisa de sangre, y mientras besaba su cuello la oscuridad se hacía su amiga y su amante. Se enterró en la tibieza de la tierra helada para renacer muerto. 






sábado, 6 de abril de 2019

La vio bajo la lluvia


La vio bajo la lluvia.

Sus ojos y su sonrisa la iluminaban cuando caminó hacia él, sonriendo. Los faros de un auto que pasaba dibujaron diminutas perlas de agua en sus pestañas arqueadas, su abrazo fue tibieza en la llovizna primaveral que se había convertido en lluvia torrencial, esa lluvia que los obligó a refugiarse en la confitería, ese momento en que volvieron a ser, una vez más, nosotros. Nuestros labios bajo la lluvia.



miércoles, 3 de abril de 2019

Farmacia




La farmacia apareció de la nada en la esquina de la calle cuando volvía de su trabajo, su necesidad y la oferta en vidriera de masajes eran una invitación irresistible. Nunca la había visto antes, al entrar el ambiente aséptico y cromado de aspecto futurista los cohibió un poco. Estaban atendiendo, no tuvo que esperar, en medio del masaje se quedó dormido sobre la mesa. El sonido de gaita que lo despertó no se parecía en nada a la música zen al acostarse, vibrante y alegre como el de un pueblo en fiesta. Estaba solo, la puerta de madera hacía juego con el mostrador sucio y pulido por los años de la entrada, y ya no estaba en la ciudad.

Druida



No era un sacerdote, sólo era un niño.
Se acercó al árbol, tocó su piel, recorrió sus arrugas. Sintió su savia, su vida, y lo inundaron recuerdos, de agua, de luz, de bosque.
Fue acercándose al árbol, abrazándolo y se quedó dormido.
Soñó: soñó con luz y con sombra, una mariposa posada sobre una de sus flores, escuchó el trino asustado de un pichón esperando que lleguen sus padres con la comida. El miedo a una tormenta. Soñó con la humedad en la tierra, sintió el peso de la nieve reduciéndose por los rayos del sol en sus hombros, enderezó los hombros y extendió los brazos en sueños, buscando calor y luz. 
Se despertó en el bosque, al pie del árbol.
No era un niño, sólo un sacerdote.
Lo llamaron druida.

jueves, 28 de marzo de 2019

jueves, 7 de febrero de 2019

Dibujo


Pintura autor desconocido - by google



La cara fina, el trazo profundo de unos ojos luminosos. Lineas en arcos que se transforman en cabellos, en pinceladas de realidad y ficción. Manchas perennes en las mejilla, una vergüenza que se eterniza en el lienzo. Recuerdos que afloran en la curva pronunciada de unos labios sensuales, eternos y eternamente deseados. El milagro de una sonrisa apenas esbozada que nunca se olvida. El dibujo atrae y atrapa evocaciones de la memoria de algo que fue y será. Imperecedero, inmortal e indestructible para el tiempo. Un fugaz juego de luz y sombra se intuye en el color que revela el fuego y la oscuridad de lo que alguna vez pudo ser.








lunes, 4 de febrero de 2019

Elegía




Deseo que el sol ilumine tu camino.
Que la lluvia y la nieve no te dañen.
Que camines feliz los pasos de los lugares
en los que feliz me encontraste
Que la tempestad no te lleve
al cruel abismo en que me dejaste
y que la alegría resuene en tus labios
y sea un eco de lo que escuchan mis oídos
Que la oscuridad no encuentre tu alma,
aunque de esa forma nuestras almas
ya  no se encuentren.
que el deseo sea cuerpo y sangre,
sea luz y sudor en ti,
cómo es en mi olvido.
Te deseo lo que me quitaste,
aunque ya nunca pueda tener lo que tuvimos.

miércoles, 16 de enero de 2019

Nunca más




"Abandona el busto del dintel de mi puerta.
Aparta tu pico de mi corazón
y tu figura del dintel de mi puerta.
Y el Cuervo dijo: Nunca más.”
— El cuervo, Edgar Allan Poe


Nunca más perseguir un arco iris con los ojos vendados.
Nunca más vislumbrar el recuerdo de la estela de un avión
Nunca más escuchar esas palabras, mis palabras
Nunca más el sonido de los latidos secos, definitivos
Nunca más el color de otoño en los ojos de un fantasma
Nunca más el calor, la noche, el viento, el aroma azul
Nunca más esculpir la forma de una silueta en la cama
Nunca más encontrar en la música una pregunta y una respuesta
Nunca más el olor siena, a río de verano después de la tormenta
Nunca más el brillo deslumbrante de un susurro
Nunca más amanecer encandilado en medio de la noche
Nunca más atormentar a un reloj con infinitas impacientes miradas
Nunca más.