viernes, 21 de agosto de 2020

Árbol verde claro

 

Hoy vi la imagen de un árbol dibujado en un cuento para niños, y me acordé del verde claro. Si, el color, el del lápiz verde claro que usaba siempre para los árboles por ahí porque no me gustaban los árboles oscuros, fantasmales y serios, sino que me gustaban verdes, brillantes, con copa con onditas y redondos por más que —para mi capacidad para el dibujo— hacer un simple pino ya era un acto frustrado desde antes de comenzar. Era intentar hacer una pintura realista con el chip de caricaturista puesto: unos palitos y unas curvas esquemáticas trataban de representar la realidad de un árbol que se hacía inmarcesible para mi habilidad a esa edad... o nunca, o siempre, como prefieran verlo. Pero con marrón oscuro y el verde claro, un verde manzana verde, un color de luz y brillo como no había otro en la caja de lápices. Porque el amarillo no se veía sobre el papel blanco y el sol era una sombra apenas en el cielo que obligaba darle bordes negros para que se notara acaso que ahí había algo. A veces al lado del árbol la casita con techo alpino, rojo; o acaso otra cosa, pero siempre tenía que estar el árbol, con su copa verde manzana claro. Capaz más adelante le llegué a dibujar ramas, capaz con el tiempo se acabó la luz y cambié el color, capaz dejé de usar lápices y me atrajeron las fibras hasta que dejé de dibujar y ese mundo mágico de colores quedó abandonado. Cómo un tiempo de una niñez que ya pasó. Pero olvidado, no.

¿Quién tiene lápices? Dibujemos...



sábado, 15 de agosto de 2020

Hard Woman

 


Primer amanecer en un fin de semana largo, levantarse después de leer un rato en la cama, la casa sola, el sonido del silencio. Ducha. Llevo el teléfono al baño y pongo Hard Woman, de Mick Jagger. El agua que se calienta al punto justo y la ducha en cuerpo aún apenas tibio de la cama en una mañana fría. Desde el pelo despeinado por los chorros caen gotas de agua sobre la barba que aún no me afeité y que acaso no me afeite hoy.

El tema de fondo estalla con la voz contando su historia de amores, mientras dentro de la ducha todos es tibieza y tranquilidad.

Es cuando me doy cuenta de que me olvidé el toallón en el tender. En el patio. Demasiado lejos, demasiado frío, demasiado solo. La lluvia suave se transforma con la música de fondo, y entiendo todo.




jueves, 6 de agosto de 2020

Let it be



Hoy escuchaba que en el programa de James Corden (Carpool) había estado Paul Mc Cartney. Durante el mismo contó una anécdota en la que una noche había soñado con su madre ya muerta. En el sueño ella se le aparecía y le decía — Tranquilo Paul, todo va a estar bien. 
Muchas veces aquellos que perdimos un ser querido (vivo o muerto) soñamos con él, con ella, y recordamos algo que alguna vez nos decía, o algo que compartiamos juntos. Y con otras personas que fueron tan importantes o mas, nunca soñamos. 
Nunca soñé con mi mamá, por ejemplo. Ni en los momentos mas felices, ni en los más difíciles. Igual, no me cabe duda que siempre me acompaña.
Para cerrar con la anécdota, cuando Paul despertó recordó la frase que nunca antes había escuchado y escribió:
When I find myself in times of trouble, Mother Mary comes to me
Speaking words of wisdom, let it be

Aproximadamente algo así: 
Cuando me encuentro en problemas, Madre Maria viene a mí
Diciendo con sabiduría, dejalo ser

El principio del un himno eterno como es Let it be. De alguna forma siempre lo supe sin conocer la historia, y creo que ahora entiendo por qué siempre es una canción que me impactó y cuando se escucha en un estadio con la gente aplaudiendo, me  emociona hasta las lágrimas, aún sin saber inglés. 
Es que algunos sentimientos van más allá de las palabras.


Aquí comparto el video del momento en que cuenta la anécdota: