En una noche en penumbras
se ilumina su mirada
sus ojos luces de ébano
que preceden la mañana
Fueron sus ojos, su boca
fue su piel aceitunada
que me llevaron a hablarle
con palabras desmañadas
Bajo la luna creciente
bailamos de madrugada
una magia lenta que
esa noche eternizara
Un presagio y un recuerdo
de un presente y un mañana
hoy ese dia es pasado
pero la magia está intacta.
El deseo, como luna
que en cada tarde asomaba,
que crecía cada noche,
que cada dia olvidaba
¡Cuantas veces de esperarte
era que desesperaba!
El pelo largo ahora corto
la prisión más perfumada
Me hizo perder de deseo,
de amor el alma agotada.
De soñarla, yo despierto
y me encuentro con la nada
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