martes, 5 de mayo de 2015

Suena una música en el alma



Recibo un llamado, inhabitual por el día y la hora, inesperado por la persona.
Un llamado que no esperaba, pero a la vez esperaba llegara alguna vez.
Una voz seria que me invitaba a encontrarnos.
Al rato el encuentro, la sorpresa, la tan recordada sonrisa, en un lugar adonde los ángeles se encuentran a tomar un café, mientras la ciudad vacía vibra en silencio por un superclásico que no se termina de definir, dentro suena Mozart.
Y su voz de ángel contando lo bueno y malo que pasó, lo bueno y malo que fui o soy, o era. Y las disculpas aceptadas.
Una mochila que el alma deja caer, un suspiro de alivio interno. Y la sonrisa compartida, una confidencia, un pensamiento que no se expresó antes. Una despedida, sin tiempos, sin rencores.
Un abrazo
Gracias

No hay comentarios:

Publicar un comentario