viernes, 14 de octubre de 2022

La ladrona del Sutbte A


En la línea A del subterráneo de Buenos Aires, aprovechando la confusión y el aglomeramiento que se produce en las combinaciones de líneas una mujer aprovecha a hurtar billeteras. Subrepticiamente mete sus largos dedos en los bolsillos de los hombres mientras todos se empujan para salir o entrar en la combinación de Plaza Miserere, sustrae velozmente los monederos de las carteras de las damas que se distraen al llegar a Diagonal Norte, abre en silencio las mochilas de los jóvenes cuando suben en tropel en Acoyte.

Apenas lo hace, rápidamente se acerca a la persona y le dice que 'encontró' su billetera, celular, monedero, y se los devuelve, entre palabras de agradecimiento de la víctima. Muchas veces recibe una recompensa por su generosa acción, y ella indefectiblemente baja en la estación siguiente, y le da este dinero a los mendigos que piden a la salida de los andenes, o a los que duermen en los bancos de la propia estación.

Algunos que la vieron en su hurto, la llaman ladrona.

Otros que ven como les da su recompensa —a veces abultada— a los mendigos, la llaman loca.

Sus vecinos que nunca se enteraron de estas acciones, la saludan por su nombre: Caridad.




lunes, 19 de septiembre de 2022

Sirenas

 


Cuenta la leyenda —más allá de los cantos de Homero— que cuando los héroes regresaban a su hogar, después incluso de haber descendido al propio Hades, cruzaron el estrecho paso entre islas y encontraron a las sirenas, y pese a lo que recitó el poeta ciego, Odiseo y sus marineros permitieron que el barco se acercara un poco a las rocas, acaso por curiosidad. Los héroes marineros se ataron a los mástiles para evitar caer en los brazos de los monstruos de los que ya habían sido prevenidos, pero no fue un monstruo el que subió a la cubierta del victorioso navío, sino una semidiosa más bella que cualquier mujer humana. La sirena subió cantando las más dulces y embriagadoras promesas que pudiera pronunciar una dulce ninfa, acaso igual en su apariencia a lo que alguna vez hubiera soñado ser la más bella mujer humana. Agláope se acercó con su canto y su encanto, los ojos como brillantes aguamarinas, los cabellos que la envolvían como lazos de fuego y oro, y mientras los marineros desviaban la mirada para no sucumbir ante ese doble hechizo de música y belleza que algunos llamarían amor y otros deseo, la sirena viendo a los hombres así amarrados se acercó a ellos rozando apenas con las yemas de sus largos dedos las fuertes sogas y cabos marineros que los sujetaban y redoblo sus melodiosas súplicas de amor y de soledad, especialmente a uno de los marinos del que se había enamorado apenas verlo. Pero notando las amarras y sintiéndose rechazada, decidió irse y asimismo alejar a sus hermanas, que cantaban así también sus historias de soledad y promesas de un amor puro. El marino y sus compañeros cuando contaron ese encuentro dijeron —envueltos en desdicha y pena— que la mujer que había abordado era en realidad un monstruo, pariente de las arpías que antes los habían atacado. Nunca revelaron la verdad quizás por no poder soportar perderla, por tratar de olvidarla. Pero ella sí recordó a esos hombres extraños que creyendo defender su libertad se ataban a sí mismos para ser sus propios cautivos, sin entender acaso que a menudo los seres humanos fingimos despreciar aquello que secretamente anhelamos y que sabemos inalcanzable.



martes, 21 de junio de 2022

Un café

 


Necesito ir a tomar un café.

Pero no ir de copas, ni sólo sentir el sabor dulce y amargo de la bebida probablemente más popular del mundo. Necesito ir a tomar un café con todo lo que el café representa: El olor a café, el rumor de la charla de la cafetería, el ruido de las cucharitas, el caminar lento de una mesera, la risa de una chica en la mesa vecina, el mirar por la ventana con la taza en los labios.

No es solo escapar del frio del invierno que se empaña en el vidrio como pidiendo entrar: es sentir el calor que se desliza por la garganta mientras el perfume a tostado nos inunda la nariz y nos arranca de la realidad para llevarnos a una selva, a un mar, a un desierto, pero siempre al calor.

Tomar un café es el libro en una mano —izquierda, en mi caso—, mientras la diestra como si tuviera mente propia revuelve parsimoniosamente con la cucharita y reflexiona cosas que sólo los dedos y las cucharas comprenden.

Tomar un café es espera, es calidez, es compañía. Es el momento en que la mente toma unas vacaciones de los problemas cotidianos. Es el caminar al bar, no es lo mismo un café en casa, no llena el espacio.

Y también el tomar una café es la expectación, la espera, tomar un cafe es verte llegar, es ver tu sonrisa.

O acaso extrañarte, mientras los ojos leen, los dedos lentos reflexionan, y afuera el frío se refleja en el vidrio y en el corazón, que sólo puede seguir adelante... con un café.




martes, 10 de mayo de 2022

Material de los sueños

 


En un lugar inefable, un dios (Dios para sus fieles) habia terminado la creación. Esa, una, muchas.
Con su divino trazo, escribía con luces y sombras sobre ásperas superficies algunos cuentos, historias. Cada tanto uno le gustaba, lo corregía y aparecía en una de sus creaciones, como un evento en el mundo, como un animal o monstruo mítico e imposible. 
Pero muchos bocetos quedaban en nada, y los descartaba en luminoso polvo infinito.
Ese era el material de los sueños de quienes apaciblemente o no, dormían cada noche.





martes, 1 de marzo de 2022

Alimento para mascotas

 


El anuncio era estridente, no era posible evitar escuchar el nombre del producto que llegaba en un crescendo por los parlantes. Una táctica de venta en desuso, primitiva y primigénea, que apostaba a la repetición de la marca en el slogan para grabarla en la memoria: Alimentos Niux, ¡lo que su mascota prefiere! Niux.

En los supermercados las coloridas latas de alimento húmedo se apilaban ordenadas. En la televisión y en la radio sonaba el anuncio en todos los horarios, también interrumpía con su música los videos en internet y se repetía en divertidas propagandas en tik tok, con los animales haciendo cómicas pruebas después de comer el alimento.


Era un slogan afortunado, ya que sí bien era un producto nuevo rápidamente se hizo el preferido de la mayoría de los dueños: un precio muy económico para alimento húmedo, tanto los perros como los gatos lo preferían a otros y se los notaba más felices, más juguetones y buscaban más a los dueños. En muchos casos el pelo les crecía mas largo y sedoso. Hasta los veterinarios lo comenzaron a recomendar luego de una fuerte campaña de la empresa de alimentos.


Pronto en la seccion económica de una conocida cadena radial se pudo escuchar una entrevista breve:

— Bienvenido sr. Juan Fernández, entiendo que usted es el CEO y no el dueño de Alimentos Nix.

— Si, soy la 'cara visible' de la corporación, somos una sociedad cooperativa por acciones en que los socios principales prefieren permanecer anónimos. Pero permitame informarle de cualquier cosa que desee consultar acerca de la empresa, somos una sociedad transparente. 

— Si, me lo imagino, una empresa de alimentos para mascotas no es justamente una sociedad secreta o una corporación de armamentos, ja ja. Pero se nota que ustedes están bien preparados en el rubro, pese a haber sido desconocidos anteriormente. Iniciaron con una guerra de precios que los posicionó como la revelación del mercado, aunque el nicho de alimento húmedo apunta a una clase  alta, de mayor poder económico. 

— (sonriendo) Puede sonar raro ser llamado revelación del mercado a una empresa que hace felices a perros y gatos, y se lo agradezco. Sin duda bajar el valor del producto todo lo posible fue una de las políticas que inicié tempranamente, usted entiende que es una forma muy básica pero aceptable de posicionar rápidamente la marca entre las preferidas y comentadas por el público, ya parece dar resultado. Nuestros clientes pueden pertenecer a un nicho de gente economicamente acomodada pero a nadie le interesa pagar de más por algo si es que tiene la calidad correcta. Nuestros inversionistas hoy lo aceptan pese a una cierta desconfianza inicial.

— Lo imagino, porque el bajo precio no se correlaciona con la calidad del producto, el cual es ampliamente recomendado por veterinarios.

— Nuestra empresa busca la excelencia y cumplimos todas las normas y recomendaciones del producto. Si bien como usted mencionó eramos desconocidos como marca, tenemos mucha experiencia en el mercado de alimentos. Eso nos permitió crear un producto de extrema calidad. Y esa misma experiencia previa nos permite bajar el costo.

— Les auguro un gran futuro, aunque no puedo recordar experiencias similares en el pasado. ¿Tienen planes de expansión? ¿Alimentos secos tal vez, para un mercado que no sea tan exclusivo? ¿Alimentos para otras mascotas, como por ejemplo pájaros, conejos...?

— ¡Konegos no, de ninguna manera, son criaturas en extremo peligrosas!

— ¿Cómo dice?...

— Perdón, me expresé mal, quiero decir que entendemos no hay suficiente mercado para otras mascotas, con lo cual es peligroso crear una nueva línea de productos. Alimentos secos es un mercado que no desdeñamos pero al que no apuntamos, ya que no tenemos tanto conocimiento y preferimos asegurar la calidad sobre todo. Nuestros representantes revisan las fechas de envío en cada supermercado y unas semanas antes de la fecha de vencimiento ofrecen cambiar las latas, así aseguramos la perfecta presentación del producto, tambien la forma de muestreo en las grandes cadenas de supermercados. Ese tipo de acciones el público entendemos que lo nota y lo agredece, estamos fuertemente asesorados por especialistas de marketing. 

Y sobre nuestros planes de expansión... somos una sociedad por acciones así que esperando continue este éxito inicial pronto estaremos en la Bolsa para obtener los fondos para expandirnos a otros mercados y paises. En cualquier forma nuestros inversores buscan que el producto sea global, y tenemos la capacidad técnica, de producción y de logistica necesaria para llevarlo a cabo.

— Muchas gracias por su tiempo señor Fernández, nuestras mascotas se lo agradecen.


Casi al mismo tiempo que la nota se reproducía en las radios del país, un inspector de Control de Calidad de alimentos visitaba la fábrica, un edificio enorme y nuevo en las afueras de la capital. En su cabeza el slogan de la propaganda se repetía mientras sonaba el timbre y una sonriente recepcionista le abría la puerta. Pocos minutos después el inspector saldría por la misma puerta e inmediatamente presentaría un informe perfecto al enviarlo a la dependencia gubernamental desde su tableta, en la propia puerta de la fábrica, sin ningún requerimiento u observación extra.


Juan Fernández llegó a su habitáculo después de la entrevista y la comunicación se inició apenas su ADN fue reconocido, aunque el lenguaje de la misma era irreproducible para cualquier lengua terrestre:

— Estuvimos escuchando con nuestros traductores, reportamos un trabajo aceptable en la entrevista. Se sugiere no haya ninguna otra comunicación excepto de la forma más controlada, se entiende cómo un error grave el comentario sobre el conejo.

— Perdón Comunidad, no estaba preparado para lo repentino de la pregunta y tuve un momento de confusión con el traductor, cuando escuché Konego... 

— (con un ligero estremecimiento en el sonido de la conexión) Comprendemos y aceptamos, pero no puede volver a ocurrir. Correcto el dejar asentada nuestra progresión de acciones futuras para el control global. Así también creemos que su disfraz fue convincente.

— Gracias, los expertos enviados conmigo al planeta recrearon el cuerpo de una de las criaturas que viven aquí, y pese a mi repulsión a esta forma con sólo cuatro extremidades y tan poco cabello —que me hace verlos a todos como si estuvieran enfermos—, pude representar un ejemplar convincente. 

— Esperamos que su plan de someter a las razas inferiores de compañia a un cambio genético, mediante la ingesta que modifique su adn para convertirlos en una mente controlada por la Comunidad sea efectiva. Necesitamos tener espías en la clase social gobernante y en los de mayor fuerza económica para luego poder realizar una invasión precisa y rápida. Controlar las mentes de los más poderosos nos resolvería el problema.

— No se preocupen Comunidad. Estos seres pensantes no se desprenden un momento de sus mascotas. Pronto sabremos de ellos todo lo necesario y podremos actuar con precisión quirúrgica sobre cada caso personal, y dominar también esta raza.

 



domingo, 6 de febrero de 2022

La inundación del Biesbosch

 

Overstroming van de Biesbosch in 1421 (La inundación del Biesbosch en 1421) (1856).
Autor: Lourens Alma Tadema.


Cuenta la leyenda que a finales de 1421 en Holanda (por algo conocido como Paises bajos) se produjo una terrible inundación que dejó miles de muertos e importantes daños. Los que pudieron huyeron y esperaron a que las aguas bajaran, pero en un pueblo cercano a un rio (hoy parque nacional) los sobrevivientes vieron en las aguas una cuna, con un gato encima. Les sorprendió ver que el gato caminaba por los bordes de la cuna, y cuando esta amenazaba zozobrar saltaba para equilibrarla. A acercarse a la orilla varios se acercaron para traerla a tierra y se sorprendieron al encontrar que dentro de la cuna, y protegido ferozmente por el gato empapado y agotado, había un bebé profundamente dormido. El gato había logrado mantener la cuna a flote pese a la terrible inundación, con tanto éxito que las sábanas ni se habían mojado.

A ese rescate felino se lo conmemora en la pintura que encabeza este texto.



lunes, 17 de enero de 2022

Compañeros de secundaria

 


Entró al Facebook. No lo usaba nunca. Por casualidad, en una propaganda que vio sobre un político lo sorprendió un nombre: Javier Alejandro Carpintero. Igual a uno de sus compañeros de la secundaria, aún recordaba que en la firma del guardapolvo le había escrito JAC, como una versión vernácula de un Jack anglosajón. A él no le parecía una buena idea, Jack siempre le recordaba al Destripador.

Pero recordar esto le hizo pensar en sus antiguos compañeros ¿En qué andarían casi 30 años más tarde? Tenía a uno entre sus 'amigos' de la aplicación, ya que había aparecido cuando ingresó su colegio secundario, pero no se hablaban. En todo caso, ingresó a su perfil y vio que estaba en contacto con varios compañeros, los fue seleccionado y enviando invitaciones de amistad. La mayoría lo ignoró y no contestó, pero a partir de los que contestaron fue conectando con otros. Algunos vivían donde siempre en el viejo barrio en que los había conocido, otros habían viajado a otras provincias, a otros países, a otros barrios. Uno incluso vivía bastante cerca, antiguo ganador de medallas de atletismo y ahora bancario, gordo y pelado según su actualizada foto de perfil. Bueno, él también peinaba canas, aunque se mantenía en línea... relativamente. Aún podía ir a jugar al futbol con los muchachos de la oficina, pero era para pasar el rato más que para hacer deporte.

Se escribió con algunos, incluso con aquellos con los que en realidad en su tiempo de estudiante no tenía demasiada relación. Pero de entre todos, su sorpresa fue encontrar en línea y que le respondiera la que era sin dudas ‘la chica linda’ de la clase, una belleza que en su época adolescente le cortaba la respiración cada vez que la veía. Una sonrisa perfecta enmarcada por unos profundos y brillantes ojos azules. Lo extraño es que no la había encontrado en los perfiles de sus compañeros, sino que él era quien había recibido de pronto la invitación de amistad. 

Escribiéndose con sus ex compañeros se enteró que cada tanto organizaban un encuentro, en general para primavera. Faltaba poco. Mientras tanto, siguió escribiéndose con Dani, que le contó que se había casado y que tenía tres hijos, pero que su marido se había alejado y ya no tenía a sus hijos con ella. Triste, intentó hablar del tema, pero ella no quería comentar mucho, la conversación moría al tocar ese punto. Decidió no darle importancia. De todas formas, ya se escribían todos los días, y ella contestaba siempre con alegría. Dani tenía algunas fotos antiguas en su perfil, y mientras que él subía selfies nuevas cada semana la foto más nueva de ella era de hacía un año y medio, en que se la veía bella como siempre, así como el destello de sus labios muy rojos en su piel pálida. Se lo comentó, y riendo le pidió subiera una foto actual, ella lo ignoró dándoles corazón a todas sus fotos de sus vacaciones y las selfies del paseo que había hecho la propia semana pasada. Enigmática, y entre iconos de sonrisas le preguntó sí se animaba a verla de nuevo. Él sugirió que le diera su número, y al verla dudar insinuó tomar un café en casa de él, ella indicó que podría ser. El mismo sábado que habían propuesto para el encuentro, ya una cita, resultó ser el día en que se juntaban sus ex-compañeros a cenar en un restaurante cercano. Él aseguró ir, ella no estaba segura pero prometió llegar a tiempo al café luego de la cena, en cualquier caso, si no podía asistir.

El sábado llegó algo tarde a la reunión, más interesado en su cita posterior. ¡Sus compañeros, después de tanto tiempo! Se paró en la puerta del restaurante, frente a la larga mesa y reconoció a la mayoría. Pero no la vio a Dani. Bueno, ya la vería después. Se acercó a la mesa y entre gritos de reconocimiento se fue presentando con todos. Terminó sentado al lado de la antigua compañera de banco de Dani, Maria, hoy una señora rubia y regordeta con poco de ese look sexy que mostraba cuando en algún día de la primavera iban a algún parque o una pileta. Sonriente como siempre, hablaron de su vida y respectivas familias.

En un momento, ya terminando la cena la atención recayó en él después de que contara unas vacaciones en Egipto, y aprovechó para preguntar sí alguien había visto a Dani últimamente. Se hizo un silencio pesado. La propia Maria le contó que lamentablemente Dani había fallecido hacía un año y medio, dejando desolados a su marido y a sus tres chicos.

Confuso y preocupado regresaba a su casa cuando el celular disparó una alerta de Facebook. Era Dani, que escribía: — Voy para allá.