viernes, 16 de diciembre de 2016

Queremos lo que no podemos tener


Quédese tranquilo Sarazola, usted no la quiere a ella, quiere a todo lo que no tiene. Piénselo, no es grave pero es así.
Y discúlpeme si soy inoportuno pero esta es la cuenta por nuestros servicios.   —  Mario Santos, Los Simuladores

Queremos lo que no podemos tener. Esa es la clave y la mayor expresión del amor romántico en la literatura. Sí Lancelot hubiera podido tener a Ginebra, no hubiera realizado seguramente las hazañas de armas que logró. Siempre en pos de un ideal, un sueño, una esperanza. Básicamente, una terrible situación en la que uno busca estar con alguien que no lo quiere.
¿Obsesión? puede ser.

Parece que como personas no sólo deseamos sino que le damos mas valor más aquello que es escaso o difícil de obtener, según escribe el psicólogo Robert Cialdini en "Teoría de la escasez". En este, se explica que una persona, objeto o situación esperada se hace más atractivo / interesante cuando cae dentro de dos límites: Es único (escaso, creado especialmente para uno) o cuando está limitado por tiempo, como en los sitios de ventas que lo hacen parecer como una oferta irresistible, que si no se obtienen en el momento se pierde "Llame ya!". Es la conocida ley de oferta-demanda, cuanto mas escaso un bien, mayor su valor. Se puede aplicar a personas, o a momentos. 
A esto se suma el llamado "Factor No", que según el Dr. Jeremy Nicholson, tal como escribió en Psychology Today, nuestra mente necesita que le digan que si, y toma el No, como una barrera, a la que se esfuerza por romper. Por lo tanto, cuando nos dicen que No, lo primero que intenta nuestra mente, es que nos digan que si, cuanto mas veces, más se centra en eso y mas lo intenta, a eso venía cuando indicaba que a veces se puede convertir en una conducta obsesiva. Esa obsesión o deseo, cuando se alimenta, puede llegar a arruinarnos totalmente la vida.
Esa búsqueda del Si, también responde a nuestra vanidad: tener lo mejor, lo mas apreciado por todos, vernos como los ganadores de una situación especial, estar al lado de la persona que hace que todos se den vuelta cuando entra a un restaurante. Es el deseo de tener lo que es admirado por todos, para ser también parte de ese deseo.
Y es así que muchas veces, o siempre, el deseo de doblegar el No, nos lleva a invertir de más en lograrlo. No solamente de manera monetaria, pero si un bien es escaso o limitada su obtención en tiempo (entradas para un concierto) se tiende a pagar mas por él. Si es una persona, de manera inconsciente tratamos de impresionarla con salidas, cenas, regalos. Pero buscamos la reciprocidad. Cuanto mas invertimos en esa persona, las expectativas por lograr 'igualar la balanza' crecen. Mas deseamos a esa persona, más buscamos un Si.

Pero no funciona así, generalmente. Contrario a toda expectativa, invertir demasiado (dinero, tiempo) refuerza el No: El producto se hace más caro, el momento se hace más complejo, la persona se aleja.

Es tiempo de entendernos, más que de buscar el Sí, preguntarnos por qué queremos lo que queremos. Qué ganancia real tendríamos al obtenerlo.

Algo que nunca vamos a pensar en frío, estando enamorados.




jueves, 1 de diciembre de 2016

Cebras



Las cebras son negras con rayas blancas.
https://ellibrogordodepetete.wordpress.com/2008/09/27/petete-%C2%BFpor-que-las-cebras-tienen-rayas/



Si una verdad no es evidente, puede esconder una mentira que se perpetúa en el tiempo.

— del Cuaderno de Pablo

Avanzar despacio




No importa cuán lento camines mientras camines. — Confucio
Seamos realistas y hagamos lo imposible. — Ernesto 'Che' Guevara


El cambio no se ve, los resultados se demoran, 'lo esencial es invisible a los ojos' diría El Principito. Pero el cambio está. Termina el año ya estamos en diciembre, un año que comenzó vacío tanto que año nuevo elegí pasarlo solo en mi casa, sin ganas de salir ni estar con nadie. Un año que tuvo momentos de creer que el pasado pudiera regresar, seguido por supuesto enormes decepciones. Este año tuvo un viaje maravilloso y el nacer de una esperanza que no para de crecer. Todo esto mezclado.
También tuvo el mejorar mucho mi calidad de vida, un reconocimiento profesional, el empezar a curarme de un problema que parecía desesperante; también el avanzar en tener la casa propia, ya estoy buscando y no veo la mudanza con miedo sino con  esperanza de un cambio a mejor. Aunque vislumbro un cambio aún mejor que este. 
Eso no quita que aún hay cosas que me confunden mucho, y que pierdo el camino de vez en cuando. Pero avanzo, paso a paso. Lento, como soy yo, cuidadoso, y a veces desesperante. Pero avanzo.
De pronto este año se abrieron caminos que estaban cerrados, si hizo realidad un imposible. ¡Pero un imposible en serio!
Para que después me vengan a decir que existen imposibles..., lo imposible sólo tarda más tiempo.