viernes, 29 de diciembre de 2023

La vida comienza tantas veces


Cada año hacemos promesas para un nuevo año, expresamos nuestros deseos mentalmente o a viva voz. Terminaba el año pasado, un año de aprendizaje, de recuperación, y expresé mi deseo sin saber bien cuál era, en una plegaria. 

El año pasado allá por noviembre, por diciembre; allá por España, allá por Italia, entre el sol de una playa de Barcelona y el invierno de un mercadito de Firenze, con el corazón confundido, recuperé el espíritu de la Navidad y la capacidad de rezar con fe cuando ya parecía perdida.

Y comencé este año con ese pedido, cuya respuesta me hizo comenzar una vez más a creer en una sonrisa y unos ojos brillantes. Comenzar con la esperanza de enamorarme de nuevo, de creer que la vida está hacia adelante y no es sólo recuerdos.

Cada día de este año fue una respuesta a esa plegaria confundida que decía, simplemente: "que sea lo mejor". Apostando todo a la fe, al destino, a la magia del universo. Llámenlo como quieran. Y a mi vida llegó la magia de una persona que me hace soñar y creer en mí y en nosotros cada día, todos los días.

La vida comenzó una vez más, cómo un romance perdido y reencontrado. 

Ya sé mi pedido para el año que viene: Qué sea lo mejor. Las cosas se acomodan. La vida comienza.

Tantas veces.