jueves, 27 de octubre de 2016

martes, 25 de octubre de 2016

Identidad



Nacimos para vernos reflejados en otros ojos: sin un espejo, no podemos vernos a nosotros mismos.


viernes, 21 de octubre de 2016

Réquiem para un corazón solitario





Se rompió el cielo en flores secas
se inundaron los callejones de silencios
el sol brilló opaco oculto en sombras
la risa estalló en los corazones necios

La distancia no fue olvido, fue pregunta
la primavera en otoño se hizo helada
la espera cambió esquiva, en la esperanza
tu mirada fue una luna abandonada

En el sutil lenguaje de los gestos
la duda fue certeza torturada
conocí el fin, el abismo y el infierno
la magia se esfumó, no queda nada.


lunes, 17 de octubre de 2016

Ikigai




Ikigai (生き甲斐, pronunciado ikiɡai)  es un concepto japonés que significa "la razón de vivir" o "la razón de ser". Todo el mundo, de acuerdo con la cultura japonesa, tiene un ikigai. Encontrarlo requiere de una búsqueda en uno mismo, profunda y a menudo prolongada.
https://es.wikipedia.org/wiki/Ikigai


¿Adónde vas cuando los días no tienen colores?, dice una letra de El Bordo.
Y muchas veces nos ocurre esto que algunos le llaman depresión si quieren aplicar un termino psicológico, pero en realidad puede ser que falte una razón de vivir. Un objetivo, una meta, un sueño, una esperanza, un proyecto... mil formas de llamar a un faltante en nuestra alma.
Esa razón de vivir, ese concepto, en japonés se expresa como ikigai, la razón de vivir o la razón de ser. Lo que nos motiva a avanzar, lo que nos potencia, lo que nos hace dar pelea. Según Wikipedia y un par de fuentes consultadas, nos dice que "el término ikigai se compone de dos palabras japonesas: iki (生き?), que se refiere a la vida, y kai (甲斐?), que aproximadamente significa la realización de lo que uno espera y desea. No deja mucho para agregar, los deseos de nuestra vida, las motivaciones son nuestra razón de vivir.
En Okinawa, lo expresan un poco diferente, como: "Tener un motivo por el cual levantarse todas las mañanas". Me quedo con esa definición, cuando un sábado no sabemos para qué tenemos que levantarnos de la cama, cuando nos cuestionamos para qué seguir peleándola, pera qué levantarse si estamos vacíos. 
Nuestra razón de vivir es la que nos mueve.
Necesitamos un objetivo, armar metas a corto plazo está perfecto, pero necesitamos uno, dos o varios objetivos finales en nuestra vida. En general es un sólo objetivo, y se puede resumir en una palabra. Hace tiempo en un curso cuando se hablaba de metas y objetivos contaban el ejemplo de una persona  que al preguntarle enunciaba como meta trabajar hasta poder reunir un cierto capital, para poder viajar a Brasil y comprar / poner un bar en la costa en el cual trabajar mas relajado, y tener una cabaña junto al mar. El puesto y la cabaña eran sus objetivos finales. Al preguntarle que le motivaba a eso, surgía que deseaba estar tranquilo, sin los amontonamientos de viajar en el subterráneo y colectivo, sin las restricciones de un horario de trabajo, sin pasar cuentas de alquileres y tener tiempo para disfrutar un atardecer. Su meta era el bar en la playa, pero no era el objetivo. El objetivo, lo que buscaba, era libertad. O tranquilidad. Su razón de vivir, su razón de ser, era ser libre.
Tengamos metas —que son pasos, y tienen tiempos previstos—, para poder llegar a nuestros objetivos,  a nuestra razón de ser. 
Como ejercicio, te propongo que elijas dos objetivos en tu vida. Uno, seguramente, o ambos, sean tu ikigai. Luego es tiempo de escribir las metas o los pasos estimando un  tiempo de cumplimiento, para llegar a ellos. Ese es el camino: que lo urgente no tape lo importante, como dice el dicho popular. Conoce tu ikigai, conócete a vos mismo, y vas a estar en camino de lograrlo.




viernes, 14 de octubre de 2016

Mañana es un largo tiempo



Hay belleza en el río plateado y rumoroso.
Hay belleza en el cielo al amanecer,
pero ni eso ni nada puede igualar la belleza
que hay en los ojos de mi verdadero amor.
Tomorrow Is a Long Time - Bob Dylan

No fue el problema despedirnos, el problema ocurrió luego, al intentar olvidarnos.
Mañana es un tiempo muy largo.
Porque el mañana contiene los miedos y las ilusiones de ayer, mañana es espera, el mañana es desesperar de una ilusión pasada que se renueva igual, y no se actualiza. los recuerdos de amor cuando es verdadero son imperecederos y no solamente no pueden olvidarse, sino que se pierden los detalles malos, y solamente queda lo bueno. Y el recuerdo se embellece, y el dolor de la pérdida es mayor.
Y ese dolor también está en cada mañana, en cada despertar, en los minutos de ausencia y en las horas de esperar una señal que ya no va a existir. El ayer parece cercano, por mas que hayan pasado años. el presente se muestra difuso, confundimos la realidad con nuestros propios deseos, y hasta nuestros ojos mienten para devolvernos un recuerdo que ya no existe.
Un cabello largo cayendo sobre su espalda, y derramándose sobre tu cama, una mirada de amor, una sonrisa. Que hoy ya no existen o peor, son de otro.
El mañana es un largo tiempo para la soledad de un recuerdo
Es necesario cambiar el presente, y encontrar nueva belleza en el cielo de nuestro corazón, para aquietar las mañanas de nuestra mente y nuestro recuerdo. Hay que volver a vivir el presente, para escapar del pasado y del futuro.
Mañana es un largo tiempo para sentirse vacío, llenémoslo de felicidad. Démosle una oportunidad al hoy.



martes, 4 de octubre de 2016

Frases del Principito para una relación desesperada



- Te miraré de reojo y tu no dirás nada. La palabra es fuente de malentendidos.

Nos escribimos, nos hablamos, nos encontramos, nos hablamos, nos discutimos, nos ofuscamos,  nos callamos, nos escribimos, nos hablamos, nos quejamos, nos alejamos, nos buscamos, nos hablamos, nos reencontramos, nos malentendemos  y nos perdemos.


- Caminando en línea recta no puede uno llegar muy lejos.      

Ella tenía curvas, curvas en el cuerpo y en el pensamiento, inagotables giros, distracciones. La curva de una forma de pensar que dibujada curvas sonrisas . Sus curvas me distraían, y me mantenían interesado. Todas ellas. 


- Los hombres -dijo el Principito- se meten en los rápidos pero no saben dónde van ni lo que quieren. Entonces se agitan y dan vueltas.

Ella buscaba algo. No sabía qué. Él buscaba a alguien. Supo quien apenas la vio. Ella encontró un quien, pero se alejó porque no era el qué, que ella quería.


- Es una locura odiar a todas las rosas porque una te pinchó. Renunciar a todos tus sueños porque uno de ellos no se realizó.

Vio apagarse sus sueños, vio perder sus ilusiones. Su corazón herido dejaba escapar los sentimientos sin poderlos retener. Hubo que esperar a que dejara de ver como se desangraba, para poder sonreír. Renunció a sus sueños, y soñó uno mejor.


- Él se enamoró de sus flores y no de sus raíces, y en otoño no supo qué hacer.

:— Todo lo que te importa es mi figura, mi cara —dijo ella.
:— No es así, siempre te valoré por lo que sos — respondió él.
:— Para vos todo es sexo, me llamas hermosa, sexy, nunca me valorás por otra cosa.
:— No nos vemos desde hace años, ¿realmente te parece que insistiría en llamarte solamente porque sos hermosa? Me conoces mucho más que eso.
:— Nunca me preguntas por mi trabajo
:— Nunca te pregunto si nos vemos
:— ¿Por qué nunca me pedís que nos veamos?
:— Porque me dijiste que no.
:— Un no, no es para siempre.
:— La belleza tampoco. Pero el amor puede ser para siempre.


- Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres.

La esperó en la esquina, adonde siempre.
Tardaba, se demoraba, era una costumbre y una decisión.
Habían quedado a las cuatro de la tarde y él había estado listo y pensando desde una hora antes, disfrutando el momento de volver a verla
Eran casi la hora.
Era la hora exacta.
Era más de la hora.
Ella se retrasada, como siempre.
Casi había pasado una hora más, y la felicidad que lo acompañaba desde las tres se había terminado, miraba con gesto huraño el reloj, que había dibujado una media sonrisa hacía una hora con sus agujas, y ahora dibujaba una mueca triste. Las cuatro menos veinte. 
Su teléfono sonó, era ella, avisando que iba a tardar un ratito.
La felicidad había llegado y se había ido, ahora sólo quedaba la espera.




Todas las frases que prologan y forman cada mini historia son del libro El Principito, Antoine de Saint-Exupéry, 



lunes, 3 de octubre de 2016

La discriminación vende




Hoy me parece que me levanté confrontativo. Leí las noticias a la mañana y me 'brotó' escribir. 
Todos los días nos encontramos denuncias de discriminación en los diarios. Una conductora famosa, un actor, un dirigente de fútbol, una madres respecto a los asesinos de su hija, un presidente. Los casos y las denuncias afectan a todos. No se puede opinar sobre religión, orientación sexual, tipo de alimentación, color de piel o 'color de pensamiento' (¡Epa! ¡No! 'negro cabeza' es altamente discriminatorio, por supuesto).
Y en parte está muy bien, porque no se puede denigrar a la otra persona, o grupo de personas. Pero de un tiempo a esta parte parte se abusa del papel de víctima, agrandando el tema aún cuando el comentario no busca denigrar o excluir, sino emitir una opinión. Todos tenemos derecho a opinar (léase: pensar), y expresar esa opinión siempre que sea en forma personal y particular, y tenga que ver con nuestra forma de ver la vida. Hay opiniones que merecen palos, por supuesto, pero peor es la mordaza intelectual que ejercen algunos en la que no se puede opinar nada que esté en desacuerdo con sus creencias, ya que es 'discriminación'. Vamos al diccionario:
Discriminar 
Del lat. discrimināre.
1. tr. Seleccionar excluyendo.
2. tr. Dar trato desigual a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos, de sexo, etc

Si digo:— prefiero que mi hijo juegue con autos y no con muñecas (y aclaro que tengo una hija, y no hijo; y juega al fútbol conmigo, además de con muñecas), según los nuevos parámetros estoy discriminando. Se alzan voces exaltadas gritando moralistas:— ¡No tiene nada de malo que el chico juegue con muñecas! ¡Debe elegir su propio camino! ¡es un sexista!, lo vemos todos los días en la televisión, en la radio, en las reuniones de almuerzo. El límite de racismo es mucho mas bajo que esto. Estoy en contra del racismo. Pero no de la libertad de expresión, y en ciertos puntos hasta puede ser útil: Todos sabemos lo que opina Trump sobre los latinos, y eso permite elegirlo o no; pero no era público lo que opinaba Hitler sobre los judíos hasta que fue demasiado tarde. Un ejemplo de los peligros de amordazar las opiniones.
Pero en el caso ejemplo del niño que juega o no con muñecas, se trató de una hipotética opinión personal. Viene al caso porque hubo una opinión muy similar de una locutora que tuvo que pedir disculpas públicas sobre casi el mismo caso. Y no parece estar comprendido por lo que el diccionario indica como discriminación, sino por un nuevo concepto de la sociedad con respecto a la misma: prohibir. Discriminar la palabra antes que el hecho. Después ante un hecho de violencia real, nos quedamos callados, rige el 'no te metás', pero en las palabras todos somos derechos, morales y humanos. Fácil, ¿no?

Por otro lado, saliendo de la discriminación, si pondero un buen asado en un post de facebook surge un grupo de fanáticos... perdón: 'exaltadas personas de imperioso pensamiento',  indicando que estoy haciendo 'apología de la muerte' —no es invento, lo leí muchas veces, este es un ejemplo muy común—, soy un asesino, odio a los animales y merezco la pena de muerte por discriminar a los que piensan distinto. Eh... si, leyeron bien, y estoy seguro que esto lo leyeron muchas veces en muchos lugares antes, ¿no?. Aclaro, para otro tema: Si opino que los violadores y asesinos  múltiples merecen la pena de muerte, soy un fascista, no creo en los derechos de las personas. O sea, no soy un discriminador, pero soy incluso peor que eso.
En la mayoría de los casos se trata de opiniones aisladas, de personas comunes, o personas famosas dentro de conversaciones comunes, que dejan translucir su opinión personal, y son atacadas... por pensar diferente que los grupos que se hacen fuertes siendo discriminados.  Y con esto, discriminan el pensar distinto. Seleccionan excluyendo cualquier forma de pensamiento que no sea el propio, y esto sí se adapta exactamente a la noción de lo que es la definición de discriminación.

Por favor tomen este post como una opinión personal. No me discriminen por pensar. A veces, distinto.

Nota: Este post se terminó de escribir luego de leer http://www.lanacion.com.ar/1932044-la-discriminacion-invade-la-cancha-aunque-quieran-disfrazarla. Léase el título y el contenido, para notar las diferencias. La discriminación vende.