miércoles, 3 de febrero de 2021

Estadio de Urbys

 


Urbys fue un proyecto de la revista Axxon, quizás la más grande de las revistas electrónicas de ciencia ficción en castellano. recuerdo se llegó a repartir en disquetes de 3 1/2 en tiempos anteriores a la internet en Argentina. Tuve la suerte de tomar cursos con su fundador, el escritor Eduardo Carletti. Comentando estocon mi hija va un aporte a esta revista y al proyecto maravilloso de, en lugar de contar historias de una ciudad, crear una ciudad con historias.

Entre los edificios de Urbys, elegí el Estadio.

Les adjunto el link de la revista, el del cuento, y la copia exacta del mismo.

http://axxon.com.ar/

http://axxon.com.ar/c-ciudad-mabg38.htm

En los próximos días vendrán Historias de la tribuna local, y Leyendas del vestuario.



Estadio de Urbys

Localización:

Situación geográfica. Son dos bloques de manzanas, limitadas por la calle 38, y la calle Las Laderas (vía del ferrocarril Tren de la Llanura), y las calles Paseo de la Guardia y Calle BI.

Historia:

El Estadio de Urbys fue fundado por el ingeniero Carlos Lasarte hace más de cuarenta años en un terreno baldío cercano a la vía por donde pasa el Tren de la Llanura. El propio Lasarte nos cuenta su historia:

      "Nos juntábamos a jugar al salir del colegio con mis compañeros de curso, en el baldío al costado de la vía. Desconocíamos la causa por la que en uno de los costados del terreno el pasto crecía siempre de color amarillo, tanto en invierno como en verano. No se confundan al pensar que se trataba de pasto seco, sino que crecía naturalmente, pleno de vida, pero de este color, un amarillo brillante, fosforescente en la obscuridad. Marcado arbitrariamente por piedras y bolsos con libros, se convirtió en el lateral de nuestro campo de juego."

      Este comentario del ingeniero Lasarte nos intrigó y nos dirigimos a la Universidad con el fin de encontrar una explicación. Para ello concertamos una entrevista con el reconocido físico y geólogo Servio Anatnev, quien tuvo la amabilidad de atendernos en su despacho. Refiriéndose a investigaciones suyas al respecto, nos informó:

      "Solía jugar en ese terreno. La curiosidad me impulsó a investigar sobre algunas particularidades que considero únicas, que ya me habían sorprendido cuando jugaba allí en mi adolescencia. Puedo decir que el meteorito que llegó a Urbys en épocas pretéritas se disgregó en pequeños trozos, de características muy disímiles. Uno de éstos es la famosa Piedra del Tren. Varios otros quedaron más o menos enterrados en diversos puntos de la ciudad. Uno de los casos puede ser el Barrio de las Piedrecillas Azules..."

      Le recordamos al profesor el tema que nos llevó a su presencia y éste retornó al relato sobre su hipótesis (sostenida sólo teóricamente) del origen del extraño color amarillo del pasto del lugar, así como la fosforescencia:

      "Como les comentaba, un fragmento del meteorito cayó en este lugar, introduciéndose profundamente en la tierra blanda y combinándose con ella. Las principales propiedades del fragmento son el magnetismo y una leve radiactividad. Hay en él, probablemente, un pequeño trozo de plutonio-186, que se debe haber formado en la naturaleza por acción de una fuerza nuclear violenta. Está cubierto por un conjunto de minerales entre los que predomina la magnetita. Considero la posibilidad —aclara el profesor— de que el lanzamiento de este meteorito al espacio pudo deberse a la explosión de una nova, o un sol blanco, ocurrida hace millones de años, que desprendió grandes trozos de materia por nuestra zona de la espiral galáctica. Otra posibilidad es que se deba a la explosión de un planeta a causa de una guerra cósmica con armas atómicas.

      »La radiación a que fue sometido el fragmento y el magnetismo, sumados, crearon una polaridad de fuerzas magnético/nuclear débil, que por confrontación/oposición con las otras fuerzas propias del universo —la gravedad y la fuerza nuclear fuerte— produce influencia al terreno que le rodea.

      »Esta banda de pasto presenta una gravedad menor, de 5/7 respecto a la gravedad del resto de Urbys. Como no soy botánico ni biólogo, mis conocimientos no alcanzan a explicar la fosforescencia ni el particular color del pasto en esa zona, pero muy probablemente esté relacionado con la alteración del campo magnético, o quizás a la cierta radiación.".

      Hasta aquí lo comentado por el profesor Anatnev, de la Universidad de Urbys. Observamos hoy este terreno, que abarca no solamente uno de los laterales de la cancha sino también los cimientos de la tribuna local, y recordamos las palabras del ingeniero Lasarte:

      "Desde esa época en la que era un veloz puntero derecho, recuerdo con cariño ese baldío, en el que jugué los mejores partidos de fútbol de mi vida. Al recibirme deseé honrar el recuerdo de tantas horas felices y decidí construir esta obra para la ciudad de Urbys, que es fuente de alegrías e historias".

      El ingeniero omite contar por qué sus recuerdos son particularmente buenos y evita —sin ninguna maldad, así lo creemos— todo comentario sobre los extraños goles que se producen en esta cancha. No hizo comentario alguno sobre el comienzo poco prometedor de su equipo en la liga local. Y tampoco nos habló sobre las historias que se cuentan sobre la tribuna local —secciones A y B— y las curiosas leyendas del vestuario. Pero es lógico que así ocurra. Las anécdotas y leyendas se propagan más que la historia verdadera y ya son conocidas por todos entre la población de Urbys.






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