martes, 2 de junio de 2015

Nubes


Los Grandes Sabios Creadores trataban de ordenar todos los procesos de la Tierra, para hacerla eficiente. Cuando sembraron las plantas para alimentarse, y alimentar a los animales se dieron cuenta que necesitaban regarlas. 
Las ideas pasaron desde bañaderas gigantes que surcaran los cielos hasta regaderas llevadas por pájaros entrenados. Los bocetos se guardaron para el dia que los hombres descubrieran el avión, siempre alguien podría necesitarlos. Quedaron perdidos junto con otros muchos proyectos frustados por siglos y siglos, hasta que alguien haciendo limpieza los tiró, con la mala o buena suerte que por culpa de los hados o los vientos, llegaron muchos a manos de un humano llamado Leonardo, mucho tiempo después. Pero volviendo a la historia, necesitaban regar las plantas y los proyectos no daban respuestas. Al menos, no las adecuadas.
Nuevamente reunidos alrededor de la máquina de café (el mejor de sus inventos hasta el momento), los Sabios soplaban en sus vasitos de café para enfriarlos, sin dejar de discutir. Se  hacía de dia, habían estado toda la noche trabajando sin llegar a nada. El sol salió y un rayo entró por la ventana, se deslizó por la pared opuesta y tocó la taza de uno de los expertos químicos del grupo. Y sin siquiera decir eureka, salió corriendo a su mesa de trabajo, ante el asombro de los demás que lo seguían se puso a dibujar montañas, mares, campos y ríos; con el beneplácito del Sabio mas interesado en arte. No lo hacía demasiado mal. Pero enseguida empezó a tapar todo de lineas, flechas, números y grados de temperatura. Mientras los matemáticos discutían si lo que había anotado estaba en celsius o fahrenheit, vieron como llenaba el cielo en el dibujo de globos, una solución que ya habían pensado antes. El tema es que el helio era un gas muy escaso para la tarea que se requería, y los globos incontrolables. Pero el Sabio los sacó del error, no eran globos. Era la misma solución, pero sin cáscara: 
Solamente el agua. Llamo al físico y le propuso que se el agua se calentara se transformara en gas. El físico se rió hasta caer al piso y le dijo que ya que estábamos porque no cuando se enfriara demasiado se congelara. 

Lo demás es fácil de entender, excepto la forma. Porque cuando todos discutían las propiedades físicas y químicas, los procesos y ciclos del agua, el Sabio artista se quedó mirando el pizarrón, y cuando volvieron  varios cafés mas tarde había dibujado formas en el agua suspendida, imágenes donde había globos, caras y animales, e incluso aprovechando el color del sol del amanecer, empezaba a darles colores. Y ya lanzado, estaba dibujando un arco iris. Eso resolvió todo. 
Tal como hoy lo vemos.

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