viernes, 1 de abril de 2016

Adicción


Vivimos en una sociedad adicta al sufrimiento. Sufrimos porque no tenemos trabajo, cuando lo tenemos sufrimos por el jefe que tenemos, cuando es un excelente jefe sufrimos por no ganar tanto como queremos. O por el mal ambiente laboral. O por inseguridad de estabilidad laboral. Sufrimos por amor, los que no tienen pareja sufren por soledad, por la ausencia de alguien especial que cambió sus vidas, sufrimos por ansiedad de alguien que parece estar cerca pero no se concreta. Por amores obsesivos. Y en pareja sufrimos por discusiones, por celos, por falta de tiempo para estar juntos. La falta de tiempo es otro sufrimiento en sí mismo, el día no tiene mas que 24 horas y tratamos de alcanzar a hacer todo lo que suponemos necesario, ya que sino nos genera angustia de no llegar con todo... y sufrimos. O en todo caso le sacamos horas al sueño para completar lo que consideramos que es imperativo hacer, y al día siguiente, cansados, faltos de sueño, sufrimos todo el día. Sufrimos con lo que les pasa a nuestros amigos y familia, cuando nos cuentan día a día sus penas. Esto es el poco sufrimiento 'bueno' que podemos encontrar, escuchar a la gente que queremos. Por lo demás sufrimos por impuestos, gobierno o por el hambre en el mundo, cientos de cosas que no podemos cambiar (no digo no se puedan mejorar).
Vivimos sufriendo y como todo, se transforma en un  hábito. Nos hacemos adictos al sufrimiento por costumbre, por rutina. Y así también la queja se transforma en hábito y en costumbre.   
Vemos pasar los días sufriendo. Esperamos el viernes para terminar la semana, el agobio, la rutina. Inventamos actividades para 'cortar la semana' y a veces son tantas que nos generan otra obligación, mayor falta de tiempo y por ende mas tensión, lo que se traduce en, naturalmente, más sufrimiento.
Necesitamos cambiar esa adicción. Miles de blogs y gurús ofrecen cientos de soluciones para mejorar nuestra vida: no es que estén equivocados al tener tantas recetas, sino que cada una se aplica a una persona, para un momento determinado. Y ninguna se aplica sola.
Aunque hay algo mas genérico, podemos avanzar a mejorar un poco quejándonos menos, exponiéndonos menos a las quejas de los otros; tratando concientemente de ver el vaso medio lleno en vez de medio vacío. ¿Mi pareja me da una respuesta poco específica? pensar la mejor opción, y preguntar en base a eso, no tomar la peor alternativa y quejarse (verbal o mentalmente) por la mala respuesta. ¿El ambiente del trabajo es malo? buscar mejorarlo, y si no se puede tomar una decisión y no una queja: Cambiar uno y soportarlo, o cambiar de trabajo. A veces se piensa que no se puede lograr algo. Nada es imposible, el imposible solamente tarda un poco más, leí el otro día en el tatuaje del brazo de un compañero de trabajo. Y si algo no se concreta, estaremos equivocando el camino. Es momento de cambiar.
Cambiar las quejas por decisiones es el camino. Decidir ver lo mejor, decidir una acción, decidir cambiar de camino. Y en el camino, en el día , en cada situación, concentrarse en las cosas buenas que pasan. Darse un tiempo para ver alrededor. Anotar lo bueno, porque es una manera de que la mente se enfoque en las cosas buenas que ocurrieron en el día, escribir en una libreta algún momento lindo. O varios. A veces no se puede evitar sufrir, hay cosas difíciles de superar. Pero empezar a responder a la rutina con una sonrisa. Acostumbrarse a ver cosas buenas. Que se haga hábito.
Seamos adictos a la felicidad.

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