jueves, 26 de marzo de 2015

Halcón



Determinación. Esa es la diferencia. Las garras ayudan, claro; la vista penetrante, el vuelo rápido, el pico certero. Pero la diferencia con otros es la determinación. Es ver al otro como presa, es ponerse encima de su nivel, es declararte superior por axioma. Es la seguridad de no fallar.
Es ganar la pelea antes de empezarla, es ese momento de confianza absoluta. 
Y con esa determinación, se separó de la pared en la que estaba apoyado; con esa seguridad cruzó la pista de baile de la fiesta hacia la barra, a hablar con las dos amigas, con la vista en una de ellas -la bellísima desconocida-, aunque saludara a la otra...

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