jueves, 19 de marzo de 2015

Nada



Comenzó como siempre, una charla, una sonrisa.
Mucho mas rápido de lo imaginado fue un abrazo, un beso.
El verano hizo brotar el deseo. Un mate compartido, un café. Una caricia.
El sillón como lugar de encuentro, el sentir de los cuerpos suaves, el recorrerse despacio, la excitación.
La necesidad mas sentimental que física, el autoconvencimiento para explicar la falta de pasión que no llena la necesidad.
Una noche enredados en la lujuria.
Los besos breves. La mente en otra cosa durante un abrazo, fingir un estremecimiento que no existe.
La carga de recibir una llamada, un mensaje no deseado.
Ver sin mirar, y sin perderse en la mirada. Un tiempo vacío
Sombras del deseo, retazos de pasión, una mentira.
Una verdad, una tristeza.
Uno nunca dijo la palabra amor.
Pero hubo lágrimas.




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