domingo, 5 de abril de 2015

Somos de quien amamos en silencio



A veces se me acaba la poesía. El día se tiñe de rutina y la noche me envuelve en soledad.
Y llega ese soplo cálido al atardecer, cuando salgo a caminar, esa brisa plena de perfume de primavera, con el calor del verano en un anochecer de otoño. Y me atrae a los recuerdos, esos momentos de locura en que me lancé a amar de verdad porque solamente creo en esa forma de sentir: lo demás es solamente dejar transcurrir el tiempo al lado de alguien.
Caminando, leo por ahí en una pared una frase hecha, hecha o construida con la sapiencia de muchos años de lugares comunes y no por eso menos verdadera: Lo fácil aburre, lo difícil atrae, lo complicado seduce y lo imposible enamora. Y no puedo evitar pensarte.
Y sé que siempre fuiste mi amor imposible aún cuando por un momento, pudo ser.
Pero hoy no es. No es ahora, no es en este tiempo, no es mañana y puede que no haya sido ayer. Y me quedo en silencio preguntándome adonde quedó ese amor que alguna vez sentí.
Y te recuerdo y una helada melancolía agosta mi ánimo, y mis pasos me llevan adonde mi memoria me recuerda que fuimos por un pequeño tiempo, uno.


No hay comentarios:

Publicar un comentario